jueves, 31 de octubre de 2013

Jack, La Calabaza de Halloween

Halloween es una noche de fantasía y misterio donde se recuerda y representa todo lo relacionado con el mundo de los muertos y el fenómeno en sí de la muerte. El origen de la populosa fiesta de Halloween hay que buscarlo en la vieja Irlanda. Lo primero que a la mayoría de la gente se le viene a la cabeza cuando oye o lee la expresión Halloween, es la calabaza. Su uso, tiene origen en una maldita y antigua leyenda. Hace muchos años, un tacaño y hermitaño irlandés, llamado Jack, tuvo la mala fortuna de encontrarse con el diablo en una taberna, en la Noche de Brujas. Jack, había bebido mucho, pero pudo engañar al diablo ofreciéndole su alma a cambio de un último trago. El diablo se transformó en una moneda para pagar por otro trago, pero Jack rápidamente tomo la moneda y la puso en su bolsillo. Como Jack tenía una cruz en su bolsillo, el diablo no pudo volver a su forma original. Jack no dejaría ir al diablo hasta que le prometiera no castigarle pidiendole su alma en 10 años mas. El diablo no tuvo más remedio que concederle a Jack su deseo.
Luego de un tiempo Jack muere, como cualquier otro ser viviente. Por supuesto, Jack siendo un estafador no estaba en condiciones para poder entrar al Cielo; no obstante, el Diablo había prometido no llevarse su alma, y así quedó también fuera del infierno. Ahora Jack no tenía adonde ir. Se preguntó cómo podría Observar a donde iba, ya que no tenía luz alguna ni destino, y es ahi! cuando el Diablo le arrojó, a modo de burla, una brasa de fuego,que nunca dejaría de arder en el oscuro mundo entre el cielo y el infierno. Jack ahuecó uno de sus nabos, puso la brasa en su interior creando una "linterna" y comenzó a vagar eternamente y sin rumbo por todo el inframundo para encontrar un lugar donde finalmente descansar. La "linterna" de Jack en Irlanda y Escocia era un nabo tallado con la supuesta cara tenebrosa de Jack, y mas tarde se reemplaza el nabo por la Calabaza, que solían colocar en las ventanas para ahuyentar al diablo y a todo espíritu maligno que quisiesen golpiar la puerta de sus hogares.